¿Tienes un tocón en tu jardín y quieres hacer algo con él? Simplemente talla un hueco en su centro, añade tierra especial para plantas y un sistema de drenaje que mantendrá tus verdes amigos felices, proporcionándoles todo lo necesario para crecer. Opta por flores como los tulipanes o narcisos que se nutrirán de lo que el tocón les ofrece.
¿Quieres crear uno?
Busca un tocón con un diámetro de 15 a 16 cm y una profundidad similar. Luego, realiza perforaciones de drenaje de unos 1.25 cm por todo el tocón, espaciadas de 7.5 a 10 cm. Llena tu nuevo contenedor con una mezcla de un 30% de compost y un 70% de tierra para macetas para que tus plantas se asienten en su nuevo hogar.
Y si no quieres que el tocón destaque demasiado, deja que unas enredaderas lo disfracen. Plantas como la clemátide, la hortensia trepadora y la enredadera de Virginia se encargarán de eso. Incluso puedes dejar que crezcan desde dentro del tocón para que parezca una parte natural del paisaje.
Si el sol no es un visitante frecuente, elige suculentas que dan un toque selvático y mantienen la humedad. Flores como los geranios, las caléndulas y los pensamientos también se adaptarán perfectamente. Para zonas de sombra, apuesta por plantas que disfruten de una luz más tenue como la nomeolvides, helechos, hostas, begonias e impatiens.
Dando una segunda vida
Transforma ese viejo tocón en tu jardín en un espectacular punto focal con un poco de ingenio. Haciéndolo pasar por una maceta natural, no solo ocultas ese pedazo de madera sino que le das una segunda vida llena de estilo.
Al utilizar el hueco de un tronco como contenedor, no solo te regalas un elemento de decoración único, sino que también enriqueces la tierra de alrededor con nutrientes que se desprenden naturalmente. Es más, esos tocones se convierten en el sitio ideal para que flores silvestres echen raíces, especialmente bajo el sol cálido que tanto disfrutan.
Además, reimagina ese tocón como el centro de atención de tu espacio exterior, llenándolo con tierra fértil y sembrando una selección diversa de flora. Este original macetero no es solo un deleite visual, sino también un escalón aventurero para los pequeños de la casa, aportando magia y encanto a cada rincón verde.
Otras ideas para la reutilización del tronco
Si eres de los que les gusta el DIY y eres un "manitas", aquí tienes otras opciones para un nuevo proyecto:
Morada de Gnomo en Tronco Viejo
¿Te mola trabajar al aire libre y te va lo de las manualidades? Pues, montar una morada de gnomo en un tronco puede ser tu próximo proyecto estrella. Agarra ese tronco que ya no sirve y transfórmalo. Y no te preocupes, no hace falta ser un manitas, hasta los peques de la casa pueden meter mano.
Busca un tronco que tenga un ojo bien grande, ese será el comienzo de todo. Y es que esta movida es distinta, no vamos a reciclar un tocón cualquiera. Vamos a hacer magia con papel maché para simular uno. Dale caña al interior decorándolo con miniaturas hechas a mano y mobiliario de casita de muñecas. Eso sí, chequea que el hueco sea generoso para dar vida a la casa.
Para arrancar, elige un tronco que tenga, más o menos, dos metros de alto y unos 5 centímetros de grosor. Esa es la medida de lujo para un gnomo promedio, que viene a ser de unos 13 centímetros. Luego, a ese tronco dale vida con un toque de naturaleza, decóralo con flores y hojas al gusto.
Y un tip: si le colocas musgo, un rieguecito cada tanto lo mantendrá de 10, aunque esté en un tocón.
Aunque el tronco no solo tiene que ser para los gnomos. Piénsalo como una mesa de centro original. Además de quedar chula, dependiendo de su forma puedes darle mil usos: desde una pila para que los pájaros se den un chapuzón hasta un tablero para tus juegos.
Transforma un tronco en una chic mesa de centro
Convierte un tronco caído en el protagonista de tu sala. Comienza por verificar que esté completamente seco y dale vida con una capa de pintura blanca especial para madera o proyectos artísticos. Espera a que la pintura se asiente bien antes de aplicar más.
Prepara tu tronco desprendiendo cualquier resto de corteza o astillas. ¿Qué tal si le añades un toque moderno usando las patas de una silla de oficina en desuso? Asegúrate de que las ruedas estén espaciadas lo suficiente para darle estabilidad. Y no olvides colocar una pequeña alfombra debajo para prevenir deslizamientos.
Adapta tu mesa de tocón a tu estilo personalizando su acabado. Aplica un sellador poliacrílico para un efecto brillante y, si te animas, dale un toque de color. O, si prefieres, deja que la madera muestre su carácter natural.
Para asegurarte de que tu tocón quede perfectamente nivelado, una lija de grano 60 será tu aliada. Si lo prefieres, emplea una sierra para quitar la corteza más fácilmente. Recuerda que sin corteza, es crucial sellar bien el tocón para evitar que se desarme con el tiempo.
Bueno, después de todas estas ideas no tendrás ninguna duda de ponerte manos a la obra y transformar ese viejo tocón de tu jardín en algo especial.
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